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Dedicatoria

A todas aquellas mujeres que al no quedarse con nosotros hicieron este sue?o posible.

A todos aquellos que con su ignorancia nos siguen haciendo superiores.

A nuestras madres.

Y a nadie más.



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Misantropía

Bienvenidos Todos

martes, septiembre 18, 2007







Si me leyeras... te leerias, y encontrarias acaso que en las letras tuyas (esas de los comentarios) hay un nuevo significado para todo lo que hace ya un buen tiempo escribí; ¿se mantienen en pie? ¿Se han derrumbado ya las quimeras? Puedes ver que todo cuanto dije fue cierto y eran los avisos acaso de lo que el oráculo que no viste te decia.

Este cambio de destinatario lleva un nombre distinto en el remitente, porque lo dicho sigue ahi, pero nosotros somos los que hemos dejado de ser, somos los mismos de antes, pero hemos cambiado, tal vez demasiado, acaso lo suficiente... Es cuestión de releer, de darnos a la tarea de reunir las pistas de ese rompecabezas en que se ha tornado todo, donde la prontitud deja dudas.

Te he leido y no me encuentro ya en esas letras invitado, cautivo; La puerta se ha cerrado y en mi sombra hay otros pies postrados, enlodados, subidos... en ese piso que un día fue nuestro como ese sonido de respirar agitados después de todo el sudor y el hastio, hasta el palpitar ha cambiado su camino, y nos encontramos leyendo a dos extraños donde antes hubo un solo sonido, y hoy solo queda un adios.


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por: Lic. en G. Thot Kinji @ 23:40

jueves, septiembre 06, 2007






Me encontré con una nota, una invitación y un aviso, en el momento que quise dar la vuelta para abrazarte y tu cuerpo estaba ocupado, y tus sueños convertidos en otra imagen que ya no me pertenece, y me llegó el entendimiento de lo inevitable, la consecuencia obvia de la lejanía y el desconsuelo.

Cuando justo estaba por alzar una línea enemiga por cruzada, y quería intentar de nuevo alcanzarte, me das una noticia descarada, cuando vos pensás que ya no te pienso ni escribo, y me hablas de su ausencia y tu dolor, y me siento acorralado, como para huír muy lejos, pero mis pies no responden al intento de escapar de todo esto.

Quería volver o que volvieras... y cuando regresaste formando otra sombra, la mía quedó pisoteada, y mejor decidí guardar silencio, porque fue muy poco el luto que guardaras, como si hubiese valido la pena intentarlo de nuevo, por eso me puse a escribir, porque vi mi bandera destrozada, mis brazos de nuevo vacíos y ningún brillo en esos ojos que antes me buscaran.

Y te dejé partír o me fui yo, quedandome apartado viendo desde lejos todo, como sintiendo asco de lo que veían mis ojos medio cerrados, porque acepté la invitación que me dió una bofetada, y cerré mi pecho abierto con un hierro candente y una estocada, porque se derrumbó la mascarada y los telones cayeron con tu nombre, y no encontré un pedestal ni una percha donde colgar los sueños rotos ni las horas masticadas a la espera de tu encuentro.

Por eso emprendo la larga marcha en búsqueda del sueño roto, en otra senda señalada; porque los encantos se rompen pronto y las heridas nunca sanaron tan pronto siendo tan hondas las heridas ni tan marcadas las cicatrices, como supestamente lo fueran tras la batalla, que ambos perdimos mientras intentamos rehacer esas vidas que acaso nunca debieron cruzar sus intrincados y locos caminos.


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por: Lic. en G. Thot Kinji @ 18:17



Tal si fuere demasiado tarde.


Sueña de otra manera, camina con otra sombra, conoce otros caminos que no se me parezcan, busca otros labios, siente otras manos sobre tu piel esquiva, y reconoce entonces que no son lo que buscabas, lo que fuí algún día y lo que acaso quise ser... pero no significo ahora.

Búscame los labios en otro libro que tenga mi espalda, huele entre la bruma de la mañana y que alguien más te muerda como estos labios rotos de hastío que me destempla los dientes, porque aún no crecen mis uñas y has estado en otros brazos ya, matizando esa locura de no tenerme con pantallas de papel arrugado sólo para mentirte un poco.

Te llamaré con la respuesta a sabiendas en la sorisa, y cuando te invite haré que te deseo más allá de mis razones, tal si fuere demasiado tarde como para remediarlo todo, y te pierdas en el polvo de otros ayeres, porque después de todo esto nunca se podrá regenerar una burbuja de jabón, ni regresar el tiempo que nos ha abandonado sin remedio.

Piénsame un poco de vez en cuando, y cuando nos encontremos de nuevo, sonreiré como un extraño educado de buena cuna, con la urbanidad por delante de mis gestos y mis ganas de correr hacia un abrazo en que te apriete como antes lo hice hasta tronar un poco tu espalda.

Y será entonces cuando entenderás que los restos de una quimera no hacen sino una muralla que no se puede derrumbar, porque está construida con cosas imborrablas e indestructibles, como las aleaciones de rencor acumulado y fraguado de soledad, porque para ver encima de todo esto, debemos colocarnos en el atayala del próximo sueño.


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por: Lic. en G. Thot Kinji @ 18:12