A todas aquellas mujeres que al no quedarse con nosotros hicieron este sue?o posible.
A todos aquellos que con su ignorancia nos siguen haciendo superiores.
A nuestras madres.
Y a nadie más.
Misantropía
Bienvenidos Todos
miércoles, diciembre 21, 2005 |
Labios de humo...
Exploradores.
Tus labios
siempre encuentran
que en mi piel y en mi boca,
hay una senda inexplorada
que lleva directo al amor.
Saben evadir mis miedos
y mis reservas primeras,
cuando los invoco, los llamo
y los espero de nuevo llegar.
Alcanzan la cima de mi cuerpo,
me laceran el alma y me dejan
vulnerable, con la mente húmeda
de su contacto, y vuelvo a so?arte.
Epitafio al amor...
Y quedaste tú,
amor implacable,
cuando dios se desmoronó
en mis manos doloridas,
carcomido de silencio
y falto de existencia
que me ayudara a salir
de ese abismo de violencia.
sábado, diciembre 17, 2005 |
Estás frente a mí.
Y te me quedas viendo,
con esos lindos ojos tuyos
me escuchas hablar, me miras reír sonrojado.
Besas mis manos, tiernamente
mientras me estremecen tus besos
en lo nervioso de mis oídos, mi punto débil.
Te digo mil cosas que pretendo juntos aprender,
matizo los tonos azules, las nubes y los huracanes,
para que veas con mis ojos el mundo que tengo para tí.
Más que palabras salen de mi boca, las caricias
que guardo para tí, para cuando me entiendas,
en este modo de decir las cosas sin decir mas nada.
Estás frente a mí, y las reservas me mantienen
alerta, cuidadoso, más allá del sigilo que me impone el exterior,
lleno de gente que te mira mas encuentra la razón de mi asombro.
Y decír adiós no es una salida,
porque las despedidas me resultan
demasiado breves si estoy a tu lado.
Tu busto.
Todo empieza y termina por ahí,
deliciosamente hermoso para mí,
no encuentro más manera que decirlo así.
Tu busto, me espera cautivo,
reservando las mieles deliciosas
de tus caricias más hermosas.
Te rodeo con mis manos ansiosas,
para llegar hasta él, tu hermoso busto
por el simple hecho de darnos el gusto.
Lentamente me acerco furtivo, escurridizo,
vos sabés a dónde voy, a que me dedico
a desnudarte para besarlo prontamente, no claudico.
Me muestras la medida de las cosas, mientras tus manos
detienen mi desvocado contacto, me das las riendas
que escurren por tus hombros y me llevan a la gloria.
Frutas aromáticas, que ingrávidas me miran prontamente,
suspiros que levantan emociones en la piel ansiosa,
por hacerte en un beso y la caricia, la mujer más deliciosa.
Sudan mis dedos si te miro dispuesta a ojos cerrados,
y mi respiración se entrecorta, y se agita de inmediato,
mi saliva escapa de mi boca y te invade el pecho.
Te tengo sobre mi piel, o me tienes a mí dispuesto,
te admiro y te susurro mis deseos que llevan tu nombre,
beso tu espalda y te recorro con besos cosquilleantes.
Suspiro tras tu nuca, mientras ocupadas mis manos
se esmeran por bajar las ataduras que me impiden probarte,
y tomar de un sorbo las mieles que guarda tu corazón.
Corre el deseo y la emoción, sensualmente jugamos a divertirnos
bajo las cobijas que cubren nuestros miedos y pudores,
te conozco plena, hermosa y subrepticia, alma so?adora,
pero tras abrir los ojos, sigues del otro lado de la mesa.
jueves, diciembre 15, 2005 |
Entre besos.
Entre besos te llevo dentro mío,
te pienso encontrada, tangible como ayer,
y al cerrar los ojos apareces, estás aquí conmigo.
Flota tu aroma, siento tu temperatura,
brotan las caricias que me escribes en la piel,
mi cabello se despeina, se estremece mi aliento.
Un calor me recorre desde antes del amor,
un color me ilumina desde el espacio que me deje
tu regreso y el lugar que te reservo para tus caricias.
No te has ido, mi sonrisa no me enga?a, veo a tus ojos
siento tus labios en mi piel, en mi pecho está tu mano,
entrelazados los dedos te recorro, y arranco un suspiro.
Jugamos a no escondernos, mostramos lo mejor
de nuestra piel, la parte interna y vulnerable
de nuestro ser, mientras las puntas de la piel emergen.
Se interrumpe nuestra respiración, agitada
beso tu cuello y es dulce el sabor de tu cabello,
te estrecho toda y encuentras la forma mía que hay para ti.
Somos un rompecabezas, las piezas embonan
cada una en su sitio aún de pie, y yo a tu espalda
dispuesto me entretengo con tus cosas y la pared.
Mis dedos cansados y húmedos te liberan,
la tensión desaparece y cae sobre nosotros
ese silencio frío que llega cuando te desvaneces.
Estoy a tu espalda.
Me mantengo oculto de tu vista,
me vuelvo tras de tí, algo así como tu sombra,
te respiro en la nuca y me traigo tu aroma a casa.
Floto y me desvanezco al dar tú la vuelta,
convertido en sal me destroze un soplo tuyo,
una sonrisa, un gesto que me evada antes de verme partir.
Estoy a tu espalda, y mis manos te recorren
mi aliento te roza y despeina, tu cuerpo se pega a mí,
te dejo, respiro profundo y mis manos te dejan descansar.
Camino de vuelta a casa, te traigo entre manos,
entre ojos y labios rojos, no puedo pedirte más,
mi universo se separa del tuyo, y yo me alejo...
domingo, diciembre 11, 2005 |
Auxilio prestado.
Y el antisentido te trajo...
como suele traer y llevar el viento los suspiros,
pero cuando llegaste jamás imaginamos
tener que algún día despedirnos,
hoy tengo entre mis manos, un pasaje al olvido
y el tren esta saliendo, yo sólo te pido auxilio.
?Háblame!
Para que no mueran en este anden
los recuerdos dormidos, lacerados
imaginemos que rompemos los miedos,
que la luz aun nos llega de pronto,
descubriendo tu cuerpo junto a mi.
Y yo danzo sin prisa en tus cabellos,
y tu enredas estrellas en los míos.
?Rescátame del tiempo y el olvido!
que todavía sigo abrazada a tu cuello,
porque todavía me vienes masticando,
porque todavía te vengo respirando.
Porque entras en mi boca saboreándome el alma,
porque sales por mis ojos al llegar el alba.
Amor, solo te pido,
volvamos a treparnos a nuestro universo.
Déjame cerrar tus ojos con mis besos,
y volver hacerle el amor a tus silencios.
miércoles, diciembre 07, 2005 |
Sonríe.
La fuerza hidráulica más fuerte de este mundo es la lágrima de una mujer.
Sonríe hoy
Sonríe ma?ana
Y el día después de ma?ana
Aunque no sepas dónde estás
No lo debes olvidar
Sonríe tierna, inocente
O sensual y perversamente
Sonríe plena y sonríe eterna
Que sonriendo te ves bella
Pero jamás dejes sonreír
No apagues eso bello que hay en ti
Sonríe y muestra eres feliz
Sonríe y dame razones para vivir
Llena mi alma de ilusión
De esperanza, de bendición
Tan sólo debes sonreír
Mostrarle al mundo
Por qué en ella me perdí
Regálame alegría
Sonriendo día con día
Pues al verte sonreír
Vale la pena estar aquí
Siempre debes recordar
El poder que hay en ti
Que con sólo una sonrisa
A todo pones fin
Sonríe al amanecer
También al anochecer
Y sólo de vez en cuando
Déjalo de hacer
Para cambiar el mundo entero
Y verte sonreír de nuevo
Que por la causa de tu sonrisa
Por ella vivo y si no muero.
martes, diciembre 06, 2005 |
De espaldas.
Odié.
Me dijiste al encontrarte que él lo había iniciado,
que así sin más, solamente te había besado,
lo primero fue tomar tu dulce mano
y después lo dulce de tus labios.
Odié al saberlo, al no poder evitarlo,
y la ira se apoderó de mi ser completo,
y enfermo de odio me puse a maldecir,
a todo rumbo y al aire, por no poder llorar.
Odié, no sé si a ti, no sé si a él, no sé si a mí,
no sé si a todos en todo el enfermo mundo,
que ahora me alejaba de ti, de tus besos,
ahora compartidos con un extra?o.
Deseaba matarlo, deseaba matarte a ti,
porque no comprendía el sentimiento de rabia
e impotencia que me invadía, lleno de celos maldije,
vacío de sentimientos me arrodillé, aturdido y desconsolado.
Odié de amor, odié de desenga?o,
odié de miedo y de sue?os destrozados
de pena y dolor, de soledad de ma?ana,
de incertidumbre de hoy, odié por adelantado.
Y con llanto en los ojos me despedí
llena la boca de espuma rabiosa, las manos
de sangre viscosa, el alma de venganza deliciosa,
y te perdí nuevamente al despertar de esta pesadilla sudorosa.
Éste es un nuevo platillo.
En estos días ignominiosos y duraderos que se me van volando,
me he propuesto crear un nuevo platillo, que contenga
sobre todo y sin que predomine gusto ninguno,
cada uno de tus aromas, texturas y sabores.
Tiene una consistencia firme como la de tu piel,
un gusto a carne como el de tu cuerpo delicioso,
pero lo que más sobresale es el dejo ácido de tus
dulcísimas piernas, de la culminación de tus muslos,
que adornados de puntas alargadas, permiten un beso.
Esto nunca antes tan mal llamado una poesía,
en estos nunca tan mal llamados días de ocio,
se parece a un colage de imágenes y sabores,
una mixtura de olores y fragancias aromáticas hormonales,
texturas crocantes como tus tibios labios, y emanaciones
jugosas como tu saliva, que me invaden el cuerpo y las mejillas.
A éste nuevo platillo le pondré tu nombre, que fusiona,
mezcla y recompone los elementos de varias de mis cocinas favoritas,
como tú, que me deleitas cada tras tarde con el soplo delicioso
de tu aliento en mis oídos, tus besos en mis manos,
tu cuerpo sobre mis piernas, que no se cansan de cargarte.
Frutos erógenos que se elevan presurosos, emocionados y palpitantes,
llenos de los jugos hormonales prestos a escapar con un suspiro,
que los lleve hasta mi boca con la ayuda de tus manos guías,
en la búsqueda ciega que me lleve a encontrarte encantada, plácida,
después de mi delicado contacto que te paladea toda.
Las decoraciones que lo hacen ya visualmente apetitoso,
vienen a coronar tu belleza natural, sin disfraces estorbosos
ni salsas de terciopelo que las oculten juguetonas, para mí,
blanco espejo satinado que resalta la miel que hay en tus ojos.
Platillo delicioso que acompa?o con un sorbete de besos,
cautivos, mordaces, emotivos, fugaces, todos para tu comparsa
sinfonía de sabores corporales que puedo marinar con un trago
de sue?os espumosos, burbujeantes y que tomados fríos
me remontan a las fiestas bacanales, siempre acompa?ado
de tu aroma a flor de piel, jugosa apetecible manzana de mi discordia.
lunes, diciembre 05, 2005 |
Ara?as.
La importancia de la buena ortografía.
A muchos de todos lados, no importa mucho ni la acentuación, ni el adecuado empleo de las comas o los acentos, pero entre la cima y la sima hay un abismo, entre lástima y lastima hay mucho dolor encarnado, y entre solo y sólo hay multitud de elementos, no sólo una tilde. La correcta ortografía ayuda sobre todo a la transmisión ideal y adecuada de la intencionalidad del escritor, demuestra que tanto énfasis ponemos en las palabras empleadas y cuan leídos somos, porque las más de las veces si uno no es buen lector, no será buen escritor.
Un éste demostrativo nada tiene que ver con un este orientador, una valla nada tiene que ver con la dirección de donde se vaya, y nada tiene de excelente una palabra a la que se le omiten sus obvias letras de conformación, porque y por qué no son lo mismo nunca, por más que mas nada podamos hacer por no errar, ya que todos nos equivocamos, pero está el empe?o de enmendar los errores que ignominiosos nos muestran nuestra pobreza, y peor aún, acostumbran al error a nuestros atentos lectores, la forma se ve alterada por un fondo que no se transmite como debiera, y de eso se trata todo esto, de transmitir ideas, fraguar pensamientos con los cuales alguien se pueda identificar, no sólo se trata de desahogarse si se está solo.
Cuando escribimos con horrores de ortografía contaminamos y contagiamos de nuestra falta de sapiencia a los demás, vulgarizamos nuestro hermoso lenguaje y con el perdón de los que opinen lo contrario, nos perjudicamos también a nosotros mismos, todos cometemos errores, aun en la situación más precaria, pero encontraremos que un poco de ayuda y conciencia mejorarían mucho las cosas, porque las gentes es mucha gente que de por sí ya es plural, pero suena bien en una poesía, mas no en un ensayo.
Luchemos contra esos errores o sustituciones fatídicas que evitan la bella transmisión de las ideas y los sentimientos, porque atrofian el intelecto de quien no se esmere por mejorar cada día su obra literaria, no es un reclamo ni una burla, es una atenta y cordial invitación a no dividirnos en las opiniones encontradas, sino a que a través de la ayuda mutua podamos mejorar nuestro hermoso universo de escritura, por el bien de nuestro entorno, de nuestro delicioso lenguaje y de nuestro idioma.
jueves, diciembre 01, 2005 |
Yo no le escribo al amor.
Yo, no le escribo al amor,
para eso están los poetas
y no pretendo ser uno de ellos.
No le escribo a las flores en rosa,
le escribo a las espinas,
le escribo a la sangre que se derrama tras la herida.
No escribo al amor...
porque no hay nada que decirse,
todo está más allá de las palabras.
Le escribo a las ausencias,
a la costumbre congelada,
a las ganas de extra?ar que alcanzan.
Yo no le escribo al amor,
porque aunque esté enamorado,
sigo siendo un simple mortal.
Le escribo a lo que queda,
a las sombras y el recuerdo,
a la emoción moribunda, por rescatarla.
Le escribo al después del amor,
al dolor y a la esperanza, del regreso,
del goce y la a?oranza de alcanzarlo de nuevo.
Por pensarte.
Por pensarte cierro los ojos,
y se me olvida el tiempo, el frío
y el hambre de no estar a tu lado
se hace recurrente el venirte pensando.
Por pensar en tí, por imaginarte
me vuelvo taciturno, sonámbulo y estoico
se me olvida reaccionar, se me olvida el sue?o
por mantenerme despierto o dormido por so?arte.
Omito detalles, formas y reuniones,
sólo pienso en tu respiración, agitada
y emocionada que me recorre saboreando
el amargo de mis oidos y el dulce de tu pecho.
Por pensarte, deleito a mis sentidos
con mis dedos locos por tocarte, efímera
fugaz e inalcanzable a la distancia del tiempo,
que te mantiene cautiva y so?adora.
Por pensarte descuido las cosas mundanas,
los sitios y las calles que no visito en tu espera,
me estremezco de siquiera recordarte, hasta que llegues
buscándome con tus hermosas manos, sólo a mí.